San Basilio de Palenque nació a finales del siglo XVII, cuando grupos de esclavos africanos escapados de los ingenios coloniales se unieron en en las faldas de los montes de María  y establecieron la primera comunidad libre del continente americano. Con el paso de los años, Palenque se convirtió en un símbolo de libertad y resistencia: sus habitantes mantuvieron vivas lenguas y costumbres traídas de África, forjaron sistemas de autogobierno y protegieron celosamente su cultura de las influencias externas. Al recorrer hoy sus calles polvorientas donde aún se ven las huellas que de libertad que dejaron nuestros ancestros y que hoy aún se escuchan con el eco de los tambores que acompañaron sus rituales de emancipación, admirar las fachadas de las modestísimas casas donde se tejieron historias de coraje y escuchar, en cada esquina, relatos transmitidos de generación en generación sobre héroes anónimos y encuentros con personajes ilustres.